La asamblea diocesana de Jaén asienta las bases para el Año de la Liturgia

La asamblea diocesana de Jaén asienta las bases para el Año de la Liturgia

El sábado 22 de junio, alrededor de 160 fieles convocados por el obispo, entre sacerdotes; religiosas; miembros de cofradías; de grupos cristianos y laicos comprometidos, se reunieron en la tercera Asamblea diocesana. Esta asamblea tiene como principal fin asentar las bases del trabajo del próximo curso, el tercero del Plan Pastoral, que tiene como mediación la Liturgia y el misterio de Cristo. Y lo hace a través de las conclusiones que se han extraído de las distintas asambleas parroquiales y arciprestales que se han desarrollado durante la Pascua.

Dio comienzo a las 10 en el Seminario diocesano. Lo hizo compartiendo una oración. La música y el Evangelio, en total consonancia con el sentido sobre el que iba a versar la Asamblea, sirvió para crear un clima de comunidad y de unión entre todos los asistentes y de todos con el Obispo. El Vicario de Evangelización, D. Juan Ignacio Damas, explicó el desarrollo de toda la jornada, que desde su área de trabajo, se había preparado.

Don Amadeo Rodríguez Magro fue el primero en hacer uso de la palabra. Bajo el epígrafe extraído del Evangelio de San Juan, 15, Permaneced en mi amor, comenzó haciendo memoria de lo que habían supuesto, en El sueño misionero de llegar a todos, los dos años, el de la Comunión y el actual, el de la Evangelización. «Fue un año para descubrirnos a nosotros mismos como discípulos misioneros del Señor en su Iglesia. Juntos comenzamos a compartir el sueño misionero de llegar a todos»- expresó el Obispo, para añadir, «Espíritu Santo, que ha actuado en tantos de nosotros, ha errado en su propósito de hacernos llevar la buena noticia del Evangelio a otros. Afortunadamente, hay ya muchos cristianos y cristianas en Jaén que saben, por experiencia propia, que son discípulos misioneros; muchos se han dejado evangelizar y han evangelizado».

En clara referencia al Año de la Liturgia, el Prelado jiennense afirmó: «El próximo curso quiere consolidarnos en el amor de Cristo. Cuidaremos, pues, todo lo que alimente en nuestra vida la pasión por Cristo. Tiempo habrá, al año siguiente, para afianzar ese amor en la pasión por el pueblo, y en especial en la pasión por los más pobres de nuestros hermanos». De un modo especial, enfatizó en tres aspectos fundamentales para el nuevo curso: «El domingo, día del Señor»; «la Eucaristía dominical» y «la Centralidad de la Palabra de Dios». Esos tres recursos, junto a la «Piedad popular: tesoro del pueblo cristiano» serán los pilares básicos sobre los que se asiente en Año de la Evangelización.

Después de la intervención episcopal, el Canónigo y Liturgista, D. Manuel Carmona ofreció la ponencia: «La celebración del domingo en la comunidad parroquial». En ella, el ponente destacó que «el domingo, la Iglesia es invitada a festejar la Pascua, núcleo fundamental de su fe y, por tanto, motivo fundamental de la fiesta cristiana por excelencia. En realidad, es el Señor Resucitado quien convoca cada domingo a su Iglesia para la fiesta. En ella, la Iglesia se experimenta y reafirma su conciencia de ser: comunidad renacida a una esperanza viva; comunidad agradecida que debe su existencia a la «donación gratuita» de Dios en Cristo; y comunidad fraterna «en Cristo Jesús y en su Espíritu» por la fe y el bautismo».

También, D. Manuel Carmona quiso poner en el centro de la vida del cristiano el domingo como día dedicado al Señor, y lo que eso comporta para la vida en comunidad. Del mismo modo, señaló las cuestiones principales para una buena celebración y de qué hay que huir para que el día del Señor cobre el protagonismo que para muchos ha perdido. (Puedes leer la ponencia completa en pinchando aquí) Después de un diálogo con el ponente y un breve descanso se retomó la sesión con las conclusiones extraídas de las asambleas parroquiales y arciprestales celebradas durante la pasada Pascua. Fuente: revistaecclesia

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